El pasado día 12, la farmacéutica taiwanesa TTY Biopharm anunciaba haber obtenido los derechos de distribución y venta de la vacuna contra el COVID-19 desarrollada por la empresa alemana BioNTech SE. Sin embargo, algunos medios han citado a fuentes de la industria que aseguran que la vacuna de esta empresa ha sido desarrollada en colaboración con la farmacéutica china Fosun y con la aprobación y supervisión de las autoridades chinas.
Ayer día 13, TTY Biopharm aseguraba que BioNTech es una empresa alemana que cotiza en bolsa y la participación china solo llega al 0,7 %. Por su parte, el Centro de Operaciones para el Control de Epidemias aseguraba que Fosun tiene los derechos de venta y distribución en Asia, y por eso forma parte del accionariado de BioNTech, pero esto no significa que la vacuna venga de China continental.
Hoy día 14, la polémica no ha cesado, y el ministro de Salud, Chen Shih-chung ha tenido que responder a preguntas de los legisladores en la Comisión de Salud y Medio Ambiente. Chen ha dicho que según el actual reglamento de importación y exportación, no se permite la entrada de vacunas, sueros y otros productos similares de China continental, y añadió que Biopharm no solo debe aclarar la relación que existe entre BioNTech y Fosun, sino que en el futuro deberá atenerse a este reglamento que afecta a la importación de vacunas.
Chen Shih-chung aseguraba a legisladores del PDP que existe un procedimiento para saber si una empresa tiene inversión china, y que cualquier vacuna producida en China continental no tiene permiso para entrar en Taiwán.
Fuente:RTI
Editor:RTI en español
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